jueves, 15 de abril de 2010

Concilio Vaticano II


Durante la primera mitad del siglo XX nace el Concilio Vaticano II, producto de una serie de movimientos e iniciativas que se dieron dentro de la Iglesia. Algunas de ellas fueron:
-El movimiento bíblico
-El movimiento litúrgico
-La inquietud social
-Movimientos de Acción Católica
-El nuevo impulso misionero
-El movimiento Ecuménico

Es así como el 25 de Enero de 1962, el Papa Juan XXIII anunció la celebración den Roma del Concilio Vaticano II. En él se pretendía la renovación de la Iglesia y el acercamiento a las demás Iglesias cristianas.
Fue un concilio universal, donde estuvieron representados todos los continentes, todas las razas. Además, por primera vez en la historia hubo representación, en función de observadores, de otras confesiones cristianas, así como la asistencia de laicos, hombres y mujeres.

La Iglesia después del Concilio Vaticano II
Finalizado el CVII, que sirvió para lograr un mayor acercamiento de la Iglesia a los problemas del mundo, se esperaba un tiempo de serenidad en el que se irían aplicando las reformas y difundiendo la nueva forma positiva de ver la sociedad. Pero la realidad fue muy distinta. Así, tras el Concilio, la Iglesia vivió situaciones que le fueron favorables y otras problemáticas.

Destacando uno de los aspectos favorables, encontramos que en todos los países se formaron las Conferencias Episcopales (reunión de todos los obispos de una misma diócesis o de un mismo país). A través de ellas, se podía observar la labor de corresponsabilidad de la Iglesia y su sentido comunitario.
Las Conferencias son expresión de la vida de la Iglesia en América Latina, con sus características particulares, con sus acentos singulares, siempre en explícita comunión con el Papa y la Iglesia universal. En las Conferencias Generales se ha manifestado, pues, la vida de las comunidades eclesiales latinoamericanas, con sus temores y esperanzas, con sus gozos y tristezas, con sus debilidades y fortalezas. Han sido ocasión de revisión y de reflexión sobre los desafíos pastorales para la misión de la Iglesia en América Latina.
-Medellín se propuso como meta principal la aplicación de la renovación conciliar a América Latina. La temática escogida fue precisamente La presencia de la Iglesia en la actual transformación de América Latina, a la luz del Concilio Vaticano II. El acento que recorre todo el documento es la necesidad de impulsar el desarrollo integral de la persona y la vida social.
-Puebla se orientó más explícitamente hacia la promoción de una renovada evangelización en América Latina. El tema de la Conferencia fue La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina. Su acento principal es el binomio comunión y participación. Hay que señalar que se trata de un texto más orgánico que el de Medellín.
-Santo Domingo tuvo como tema Nueva evangelización, promoción humana y cultura cristiana. Jesucristo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8). El acento principal del documento es la persona y el mensaje del Señor Jesús. Desde esa aproximación se propone impulsar una nueva evangelización que aliente una más profunda promoción humana y sea instrumento de la configuración de una cultura cristiana. A esta aproximación cristocéntrica se deben añadir dos acentos más que también son claves fundamentales para comprender el documento dominicano y los nuevos horizontes pastorales de la Iglesia en América Latina: por un lado la reconciliación y la solidaridad, y por otro la presencia mariana.

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